jueves, 3 de septiembre de 2015

Principales Plumas Nacionales


Editorial EL UNIVERSAL,  Sobre el populismo

¿Qué entender por “populismo”? En el contexto político se refiere al acto de engañar a la gente, haciéndole creer que algún dirigente u organización lucha en favor del bien común cuando, en realidad, no es así. Ayer, en su discurso con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto dijo: “En este ambiente de incertidumbre, el riesgo es que en su afán de encontrar salidas rápidas, las sociedades opten por salidas falsas. Me refiero a creer que la intolerancia, la demagogia o el populismo son verdaderas soluciones”.

No es la primera vez que el Presidente hace referencia al tema. En una reunión con militantes de su partido, en la sede nacional del PRI el 25 de julio pasado, el mandatario dijo: “(El populismo) es una amenaza recurrente que ha acechado a las naciones en el pasado. Hay ejemplos en la historia en donde los sentimientos de inconformidad tras crisis económicas globales facilitaron el surgimiento de doctrinas contrarias a la tolerancia y los derechos humanos”. Durante la Segunda Guerra Mundial surgieron los personajes más acabados del populismo en los totalitarismos alemán, japonés e italiano. Las potencias del eje. Pero la fama de tiranías que les ha construido el cine puede hacer perder de vista que no fueron dictadores quienes llegaron al poder en esos países; obtuvieron el cargo con apoyo social. Sedujeron a pueblos enojados por las penurias económicas y las humillaciones pasadas.

Crisis económica y rechazo social son el caldo de cultivo ideal para el populismo, de acuerdo con la historia. El gran problema es que es difícil establecer una línea divisoria entre dirigentes con arrastre social y tiranos en potencia. Incluso Hugo Chávez en Venezuela, a quien en ciertos círculos se le tomó como emblema del populismo más reciente, es considerado por millones en su país casi un santo. Hoy, con el mismo partido en el poder y con el nivel de vida del pueblo deteriorado, Chávez puede ser valorado más objetivamente.

Bajo Reserva Periodistas EL UNIVERSAL 

Korenfeld vuelve a escena

Muy tranquilo y quitado de la pena, el ex director de la Comisión Nacional del Agua reapareció en la escena pública. Durante los días de asueto de la pasada Semana Santa vivió su Waterloo por haber utilizado un helicóptero oficial para un traslado con fines privados al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: el funcionario se iba de vacaciones a Vail, una villa de esquí en Estados Unidos. David Korenfeld acudió este miércoles a Palacio Nacional para el Tercer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, como parte de los mil 500 invitados a la ceremonia. Discreto, don David, quien dejó el gobierno en mayo pasado, entró al recinto por la calle de Moneda con su celular al oído. En el evento estuvo muy entusiasmado y aplaudidor, nos relatan.

Un informe en diablito

A pesar de que formalmente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entregó el martes al Congreso de la Unión el Tercer Informe del presidente Enrique Peña Nieto, los diputados federales lo recibieron en sus oficinas hasta el mediodía del miércoles. Algunos legisladores federales se quejaron porque el jefe del Ejecutivo tiene la obligación de mandar el documento el mismo primero de septiembre, pero el resumen ejecutivo y sus dos anexos aterrizaron un día después en las oficinas de San Lázaro. Ya en el proceso interno, empleados de la Cámara usaron varios diablitos para ir de puerta en puerta a repartir los documentos, nos comentan.

Abren el camino a Basave en el PRD

El aplazamiento por más de un mes de la elección interna del PRD, nos dicen, tiene una dedicatoria. La decisión va para aquellos de reciente ingreso a las filas perredistas que quieren competir por la dirigencia nacional. Nos aseguran que el Congreso Nacional cambiará los estatutos para permitir que personajes que se adhirieron recientemente al PRD puedan ser elegibles para contender por la presidencia del partido, en relevo de Carlos Navarrete. Nos dicen —con la condición de mantener el dato bajo reserva— que las iniciales de la persona a la que está dedicada esta determinación son: A de Agustín y B de Basave. El PRD tendrá que esperar a que el Instituto Nacional Electoral avale los cambios de estatutos para que pueda llevarse a cabo la elección interna.

Maria del Carmen Alanis, Acceso a la justicia: objetivo de la humanidad

En el 2000 los 189 países miembros de la ONU lograron un hecho histórico: la definición de una agenda global para el desarrollo humano, denominada Objetivos de Desarrollo del Milenio. En aquella ocasión se planteó la consecución de ocho objetivos para el 2015. Este mes la Asamblea General de la ONU discutirá la nueva agenda de desarrollo global para los próximos 15 años: los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) (bit.ly/1LJ7ONK). En palabras del secretario general de la ONU, esta reedición de objetivos globales es una oportunidad histórica para lograr “vidas dignas para todas y todos, sin que nadie se quede atrás”.

El objetivo 16 de los ODS propone proveer acceso a la justicia para todos. En otras palabras, en menos de un mes se discutirá si la ONU considera al acceso a la justicia como uno de los objetivos necesarios para el desarrollo humano. Considero que no podría ser de otra forma. El acceso a la justicia es un corolario inescindible del Estado de derecho. No es posible vivir conforme a los principios constitucionales y con pleno respeto a los derechos humanos, si no existen remedios para subsanar las desviaciones de dichos principios y las violaciones a esos derechos. El énfasis en el acceso a la justicia implica atender el lado más humano del derecho.

El acceso a la justicia se vuelve prioridad ante la existencia de violaciones a derechos humanos y la ocurrencia de ciertas ilegalidades, las cuales deben preverse por el sistema jurídico para evitar que ocurran y, de no ser posible, deben ser corregidas. En este sentido, debe entenderse como el conjunto de elementos que permiten a las personas encontrar una respuesta estatal ante una violación a sus derechos, la cual permita eliminar o reducir las consecuencias derivadas de éste. Y me parece importante agregar que esta respuesta estatal, si no viene garantizada desde el interior del Estado, se exigirá en sede internacional, como ha ocurrido en varios casos gracias al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Jorge Camacho Peñaloza, La urgencia de una nueva política

Con el inicio de actividades de la LXIII legislatura en la Cámara de Diputados comienza una nueva etapa en la vida política del país, algo que cada tres años ya se ha vuelto un tema trivial, costumbre, en el que pocos ciudadanos ponen atención porque saben que no representa nada en sus vidas cotidianas, saben que llegue quien llegue el país seguirá igual o peor, ni siquiera el primero de septiembre el Presidente de la República asiste a la Cámara de Diputados para rendirle cuentas a los representantes de la soberanía mexicana, pues qué sistema político tenemos en el que los poderes no tienen una eficiente relación de pesos y contrapesos 

Septiembre es el mes en el que más que el informe presidencial o el propio inicio de actividades legislativas de la Cámara de Diputados, debería hacerse la evaluación de lo hecho por los tres poderes del país y en los tres niveles de gobierno, para estar acorde con las fechas fundacionales de la nación como son la del día de la Independencia Nacional, la del Primer Congreso de Anáhuac y la de la firma del acta de independencia del país, para saber qué se ha hecho mal, así como para hacer un replanteamiento de la acción del Estado mexicano para enfrentar los problemas que aquejan a la sociedad.

Es un mes que debería ser de intenso diálogo y debate político en las distintas arenas públicas y políticas y no sólo de fechas de actos de relumbrón, para echar gritos al vacío o festejar por festejar; por el contrario, los actores políticos y la sociedad deberían establecer un diálogo y debates intenso que se traduzcan en acuerdos y compromisos, y no en desaires y reproches que solo reflejan el bajo nivel de la calidad de la política que conduce al país.

Carlos F. Matute, Carlos Fernando Matute González

El Grupo Parlamentario del PAN presentó el 26 de agosto, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, una iniciativa del decreto que expide la Ley General del Sistema de Anticorrupción y reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

En esta iniciativa, en términos generales, se propone lo siguiente: la composición, atribuciones y objetivos del Comité Coordinador del Sistema; la forma de nombrar al Presidente del Sistema Nacional y al secretario ejecutivo del mismo; las atribuciones, funcionamiento, selección e integración del Comité de Participación Ciudadana; las bases mínimas de coordinación con los sistemas estatales, facultades y formas mínimas de los órganos de control interno; el servicio profesional de carrera para los servidores públicos que integren el sistema; la creación del sistema digital de anticorrupción con base en los sistemas evolución patrimonial y declaración de intereses de los funcionarios, de contrataciones públicas, de los servidores públicos sancionados, de denuncias públicas y de fiscalización, así como los parámetros mínimos para establecer las políticas de prevención de la corrupción y las atribuciones para la evaluación y la medición de las políticas de anticorrupción y los mecanismos de la participación ciudadana, la figura del testigo social y la regulación de las auditorías sociales.

La reacción de la Consejería de la Presidencia del Ejecutivo Federal fue inmediata y calificó de absolutamente inconstitucional y sin rigor jurídico a dicha iniciativa, en los términos siguientes: “Leí la iniciativa que presentó el PAN y claramente no tiene un estudio profundo, a nivel constitucional de cómo queremos aterrizar, en las leyes secundarias el modelo de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos. Hay una falta de responsabilidad jurídica por ello debemos tener claro que en el debate público van a querer ganar con falacias” (El Universal, 28-08-2014).

Gabriela Cuevas, Lecciones sobre México y Estados Unidos

Ser embajador de México en el país más importante para nuestra política exterior no es un cargo menor. Es el más relevante de nuestros representantes en el extranjero y una de nuestras voces que más pesará en el ámbito internacional. Miguel Basáñez, después de una exitosa trayectoria pública y académica, ha sido nombrado y ratificado para esta responsabilidad. Este importante nombramiento fue precedido por dos tiempos récord: el primero, los más de seis meses en que nuestra embajada en Washington careció de titular, lo cual no significó que nuestra relación bilateral se estancara, pero sí dio una clara señal de que entre las prioridades del Poder Ejecutivo no se encontraba tomar esta decisión, y que quizá para algunos funcionarios un titular de embajada sea un puesto prescindible.

El segundo, las escasas 36 horas de anticipación con las que el nombramiento fue enviado al Senado de la República, hecho que obligó a avanzar los procedimientos legislativos con ciertos empujones y sorpresas, lo que una mejor labor diplomática al interior de México hubiera podido evitar. Afortunadamente, y hay que reconocerlo, todas las fuerzas políticas representadas en el Senado aportaron el esfuerzo necesario para que esta ratificación tenga el mayor consenso posible, como merece nuestro embajador en Estados Unidos, pues no será menor la tarea que tiene frente a él en nuestro vecino país.

Un nombramiento muy esperado y bienvenido, pero que pudo haber sido mejor trabajado con el Senado. En efecto, sin ningún diálogo previo sobre los perfiles y alcances de los futuros embajadores, se empieza a hacer costumbre que los nombramientos se publiciten en medios de comunicación antes de mencionarlo con los legisladores, dejando de lado la oportunidad de enriquecer un plan de trabajo y una estrategia para la mejor inserción de nuestros representantes en el exterior, y descuidando el hecho de que la política exterior es una política de Estado, y no únicamente del Ejecutivo Federal.

Luis Felipe Bravo Mena, Transparencia y privacidad para todos

Hace pocos días tuve oportunidad de participar en el “Foro Conexión 2015”, un espacio organizado por el Servicio de Administración Tributaria, SAT, para intercambiar ideas y experiencias respecto a la necesidad de continuar impulsando la innovación tecnológica gubernamental, facilitar los trámites relacionados con el desempeño del gobierno e impulsar el desarrollo de tecnologías y servicios digitales que nos permitan asegurar una gestión pública cercana a las y los ciudadanos.

En su momento, esta participación sirvió para exponer al público el importante impacto que ha tenido el uso de herramientas digitales para permitir al INAI avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones como máximo órgano garante de la transparencia en nuestro país; pero, sobre todo, en el objetivo de impulsar el ejercicio de los derechos de acceso a la información y protección de datos personales entre las y los mexicanos. Ejemplo de ello es el hecho de que 97.7 por ciento del total (1 millón 256 mil 757) de solicitudes de información, acceso y corrección de datos personales recibidas por el sistema Infomex hayan sido realizadas vía electrónica; o que 65 por ciento del total de denuncias de protección de datos personales recibidas entre 2014 y 2015 hayan sido presentadas a partir del sistema electrónico Prodatos.

No obstante, sin dejar de reconocer la importante aportación de las herramientas digitales a nuestra tarea, en esta ocasión quisiera dedicar este espacio a subrayar la necesidad de impulsar el desarrollo de nuevas herramientas que, al margen del uso del internet, nos permitan fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto a la privacidad de las y los mexicanos en todo el país. Sobre todo considerando que, de acuerdo a datos generados por el propio Instituto, actualmente sólo 6 por ciento de las y los mexicanos han hecho uso de estos derechos; y que, de acuerdo a datos del Inegi, el acceso a internet en México se encuentra limitado a uno de cada tres hogares. 


Frentes Políticos

I.  Con más ganas; más fuerza. Queda claro que las formas volverán a ser las de antes y, muy pronto, el Informe de Gobierno se brindará a la vieja usanza, como lo pidieron los legisladores. Quieren escuchar al Presidente. Ayer, desde Palacio Nacional, Enrique Peña Nieto ofreció un mensaje alusivo a su Tercer Informe de Gobierno. Comenzó su discurso reconociendo que la confianza se ha visto lastimada, debido a los actos de corrupción, conflictos de interés, sucesos de violencia, el caso Iguala, la fuga de El Chapo Guzmán… Pero viene el giro. Al inicio de su cuarto año de gestión reconoció lo que no ha funcionado, corregirá lo que hay que corregir. Toca acelerar las acciones de su gobierno. El Presidente está comprometido. 

II. La seguridad. Peña Nieto insistió en su compromiso de responder con visión de Estado y con claridad de rumbo. Afirmó que las finanzas públicas enfrentan un reto relevante al elevarse las tasas de interés, además de que han caído los ingresos petroleros y, sin embargo, no propondrá nuevos impuestos ni aumentos a los existentes, es decir no habrá aumento al IVA a medicinas ni alimentos. Dijo que ante la reducción de ingresos petroleros, el gobierno tiene que gastar menos y gastar bien. Lo mejor: no se endeudará al país aun en medio de condiciones externas tan difíciles. Por cierto, Agustín Carstens, el gobernador del Banco de México, recibió un merecido reconocimiento. México ha capoteado bien la crisis. No todos.

III. ¿Extrañamiento? ¿Qué le sucedió a la diputada priista Yulma Rocha Aguilar? Jesús Zambrano estaba lejos de imaginar que la propuesta, por demás coherente, para que el Presidente de la República regrese al Congreso a dar su Informe de Gobierno, provocaría un regaño de la legisladora. Qué mala recepción al presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro. Acusó a Zambrano, además, de utilizar la ceremonia para promover expresiones personales y partidistas. Está perdida y eso no ayuda en política. César Camacho, exlíder nacional del tricolor, mostró el cobre. Ahora resulta que el PRI no quiere que el Presidente del país, surgido de sus filas, vaya a San Lázaro. ¿Y entonces?

Francisco Garfias, De la autocritica a la autocomplacencia

El mensaje político tuvo un destinatario: López Obrador. El Peje ya está de nuevo en las encuestas sobre 2018. Es competitivo. Me gustó el tono autocrítico del presidente Peña al inicio de su mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno. Parecía anunciar algo diferente.

Eso de reconocer que la sociedad está lastimada por temas como Ayotzinapa, la fuga de El Chapo, la corrupción o por las denuncias sobre conflictos de interés, en las que se vio involucrado el titular del Ejecutivo, no es cosa de todos los días. Habló, incluso, de la preocupación de la sociedad por la caída de los precios del petróleo y el “movimiento” del dólar que, si bien son provocados por factores externos, inquietan a los ciudadanos por el impacto en su bolsillo.

Pero se quedó corto. Conforme avanzó su larguísima alocución —duró dos horas—, el Presidente cambió el tono hasta convertirse en autocomplaciente.

Vinieron las cifras que no corresponden con el humor social que describió al arranque de su mensaje. Según él vamos bien en combate a la pobreza, educación, seguridad, empleo y salud. Se apoyaba en cifras parciales del Coneval o en las del Inegi. El mensaje político tuvo un destinatario: Andrés Manuel López Obrador. El Peje ya está de nuevo en las encuestas sobre 2018. Es competitivo.

Yuriria Sierra, EPN-AMLO:  demasiado pronto

Se construyeron aulas, carreteras, consultorios, hospitales, guarderías, puentes; en fin, toneladas de infraestructura. Se firmaron tratados comerciales, hubo muchas exportaciones e importantísimas inversiones que han generado un maravilloso número de empleos. Y las indudables reformas históricas (la educativa, la de comunicaciones, la energética, etc.) aprobadas al inicio de sexenio, y que ya comenzaron a ejecutarse... Ya sabíamos.

El entorno global adverso (los bajísimos precios del petróleo y el dólar súper fortalecido) de lo que el gobierno, claro, no es responsable; la pérdida de confianza por los temas de posible corrupción o conflictos de interés, el caso de Iguala, la fuga de El Chapo. Ejercicio breve pero necesario de autocrítica. Muy breve. Estimo que hubiera sido mejor hablar de  los temas medulares, del periodo tan complicado que atraviesa el país. Pero como en México no se estila que los presidentes (priistas o panistas) den acuse de recibo de los malestares de la población, resultó casi un acto de valentía que Peña Nieto dedicara unos párrafos a estas vicisitudes. Al Presidente le habría servido un ejercicio más profundo de autocrítica. Porque es mitad de sexenio, no el arranque... Y sí, efectivamente, la gente se siente “desanimada”. Y quizá por eso decidió anunciar un decálogo de acciones para la segunda mitad del sexenio. A ver si así nos animamos.

Pascal Beltrán del Río, Política base cero

No hay renovación posible de la vida pública –ni mucho menos un uso racional del erario, como el propuesto en el Informe– que no pase por la revisión de la cantidad de recursos que gasta la clase política en sí misma y cómo la gasta. En el actual entorno económico, no se puede seguir dilapidando el presupuesto como lo han hecho los políticos en sí mismos al amparo de la bonanza petrolera y la fe que millones de mexicanos pusieron en la transición democrática.

Para terminar con el régimen autoritario, se generó un consenso en torno del fortalecimiento de un sistema de partidos que estuviese cimentado en fondos públicos, de tal manera que se ahuyentara la tentación de los intereses privados de influir mediante la billetera en la definición de políticas públicas y la promulgación de leyes. Por esta vía, México creó instituciones carísimas, como el aparato de organización electoral y un Poder Legislativo diseñado para representar a cuanta fuerza política hubiere.
Por ejemplo, hacer un Senado de la República con 128 miembros iba más allá de representar a las partes integrantes de la Federación y apuntaba, más bien, a darle cupo a la mayor variedad posible de partidos. La intención de crear autonomías que exorcizaran el poder absolutista del Presidente se convirtió en una licencia para despacharse con la cuchara grande en materia presupuestal.

José Buendía Hegewisch, Presidente sin su día

Un ejemplo de las formas caducas del viejo autoritarismo y ayunas de nuevos valores democráticos son los actuales informes de gobierno. El otrora “día del Presidente” ha derivado en un ritual con poco sentido, desprovisto de voluntad de rendir cuentas y equilibrio entre Poderes. Es una fecha en la que el Ejecutivo y el Congreso ni se ven ni se escuchan ni dialogan y mucho menos debaten los temas de la agenda nacional. Un día de evasión del conflicto, a pesar de la pluralidad política y de mensajes a la galería en el tradicional formato vertical, cuya plasticidad refleja la debilidad de los contrapesos institucionales y la ausencia de confrontación política imprescindible en una democracia. Día de cifras, numeralias, logros del gobierno y anuncios de medidas sobre los retos por venir, como caracterizó la alocución de ayer del Presidente.

Esta vez Peña Nieto determinó no hacer público el informe que entregó al Congreso el 1 de septiembre, hasta conocerse el soliloquio de Palacio Nacional del día siguiente. Entiende el mensaje como transmisión vertical de información y búsqueda de establecer una agenda frente a otros Poderes y la ciudadanía, que fundamentalmente se mantendrían como receptores inermes. La democracia decae cuando se desactivan los mecanismos concretos —como éste— para  evaluar y polemizar con el gobierno y sus decisiones. A nadie conviene el desprestigio del Congreso ni el encapsulamiento del Ejecutivo en actos aislados del debate público y los espacios institucionales creados para eso, como el Congreso, en aras de defender su aprobación en las horas más bajas de su popularidad.


Enrique Quintana, Del Presupuesto austero y de Carstens

El mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno incluyó numerosos aspectos. Permítame comentarle sólo dos que me parecen relevantes.

El primero fue el adelanto que dio el Presidente a propósito de que el Presupuesto de 2016 estará caracterizado por la austeridad.

El segundo es el reconocimiento que hizo al Banco de México, como responsable principal de que la inflación que tenemos en la actualidad sea la más baja de la historia documentada del país.

Vamos por partes.

Recupero un par de frases del Presidente sobre austeridad.

La primera, en el capítulo, “México Próspero”:

“Ante la reducción de los ingresos petroleros, no vamos ni a aumentar impuestos, ni a endeudar al país; le toca al Gobierno apretarse el cinturón. Es decir, el Gobierno tiene que gastar menos y gastar mejor”.



Y luego, al enunciar la acción número 10 entre las que propuso dijo lo siguiente:

“Frente al actual entorno económico, aquí lo reitero, al Gobierno de la República le toca apretarse el cinturón. Vamos a hacer más con menos; invertiremos los recursos públicos en lo sustantivo, en lo que sirve mayormente a los mexicanos. En este marco, anuncio que la propuesta de Presupuesto de Egresos 2016 tendrá estrictas medidas de austeridad”.

Ante advertencia no hay engaño.

Antes de que enfrentáramos el dramático deterioro del entorno internacional en los últimos meses, ya se había considerado un ajuste al gasto público de 135 mil millones de pesos para el próximo año.

Raymundo Riva Palacio, Un país polarizado

México es un país cada vez más polarizado, y como nunca antes avanza el desacuerdo sobre la ruta trazada por el presidente de la República. El momento de tensión que se vivió en 2005 por el intento del presidente Vicente Fox para desaforar al jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, y el conflicto posterior a la elección presidencial en 2006, están muy lejos del estado que se vive en este primer medio de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. En aquellos conflictos con Fox y Felipe Calderón, le tensión se concentraba en acciones específicas con un actor único. Hoy, el desacuerdo es por una visión de país y, sobre todo, por un estilo de gobernar.

El enrarecimiento social durante la primera mitad del sexenio Peña Nieto ha ido creciendo. 

El mejor reflejo es la encuesta trimestral de Buendía&Laredo sobre aprobación presidencial, la única que incluye preguntas intermedias para evitar respuestas en blanco y negro. No sólo frasea si aprueba o no la gestión del presidente, sino que añade la opción “ni aprueba” y “ni desaprueba”. Este matiz no es menor. A través de él se mide la polarización de la sociedad.

En la serie, Buendía&Laredo tiene tres cruces entre aprobación y desaprobación en febrero, mayo y agosto de 2014. 

Desde entonces, la tendencia ha sido negativa para el presidente. La última encuesta tiene una aprobación de 45 contra 46 por ciento de desaprobación; en mayo estaba, respectivamente, 40 contra 53; en febrero 40 contra 53; en noviembre del año pasado, 41 contra 50. Pero las respuestas de “ni aprueba”, “ni desaprueba”, han crecido de manera significativa. Al iniciar el sexenio ese grupo representaba al 14 por ciento de los mexicanos. En esta primera parte del gobierno, se redujo a la mitad, 7 por ciento.

Pablo Hiriart, III Informe: 
autocrítica y educación

Los diez puntos anunciados en el Informe se van a llevar los titulares de los medios de comunicación pues implican hechos concretos que podremos comprobar y evaluar, pero lo más importante fue la actitud de Peña Nieto, distinta a otros momentos de su sexenio.

Vi a un presidente con emoción por gobernar, y que no fue sordo al malestar ciudadano por causas imputables a su mandato.

Peña Nieto escuchó el sentimiento de la sociedad y abrió el Informe con los temas que han provocado malestar sin eludir ninguno. La masacre de Iguala y la fuga del Chapo Guzmán, así como los conflictos de interés y la debilidad del Estado.

Dudo mucho que sus detractores le crean o que sus palabras convenzan a muchos, pero vi a un presidente que entiende la inquietud de la población: “hay desconfianza en lo interno e incertidumbre por lo externo”, dijo.



Esa desconfianza es hacia su gobierno y su persona, y contra ella tendrá que batallar en los siguientes meses y años.

Del Informe se desprenden muchos temas de trascendencia, pero destacó el compromiso con la educación y la que llamó “la más importante de las reformas”.

“En Oaxaca y en todo el país se aplicará la ley, y la reforma educativa llegará a todo el territorio”, dijo Peña Nieto en una señal inequívoca del fin a la política blandengue frente a los chantajes de la CNTE.

De los diez puntos, tres tienen que ver con educación. Habrá renovación de la infraestructura educativa, con lo que se pretende revertir el sello de la educación pública que consiste en sindicato rico, escuelas pobre y alumnos reprobados. Se trata de darle dignidad a las escuelas públicas, donde hay clases al aire libre, o sin baños ni agua potable, mucho menos pizarrón y bancos.
Para lograr el mejoramiento en la infraestructura educativa se van a emitir bonos. “Eso en el fondo es deuda”, me dijo un colega y tiene razón. Pero esa deuda vale la pena, y se va a realizar la mayor inversión que se haya hecho para dignificar las escuelas.

Macario Schettino, Tercer Informe

El 1 de septiembre, antes, era el día en que el presidente informaba al Congreso del estado de la administración. Es una copia del State of the Union Address del presidente estadounidense frente a su Congreso porque, al final, los latinoamericanos tomamos como referencia para nuestro sistema político al de Estados Unidos, país que se independizó algunas décadas antes, y sobre todo creó figuras hasta entonces inexistentes, como el presidente y el federalismo (en la versión norteamericana).



La idea es que en un régimen presidencial los poderes no platican entre ellos, ni mucho menos debaten. Cada uno tiene su ámbito de acción, y sus comunicaciones son indirectas, a través de la sociedad. Acá se ha querido cambiar eso para transformarlo en algo parecido a lo que ocurre en los regímenes parlamentarios en donde, por definición, el primer ministro es a la vez cabeza del Ejecutivo y parte del Legislativo. 
Esta idea inició con las interpelaciones de Porfirio Muñoz Ledo al presidente De la Madrid en el informe de 1988, que no sólo era el último de ese presidente, sino el primero después de la elección de ese año, de la que nunca supimos con certeza los resultados, y que abrió el Senado a la oposición (Porfirio era precisamente uno de esos senadores).



Tres sexenios después, se impidió a Vicente Fox presentar su último Informe frente al Congreso, precisamente porque la elección, a ojos de los derrotados, había sido fraudulenta. Así, quienes habían intentado convertir un evento presidencial en uno parlamentario terminaron de plano con él. Los seis informes de Felipe Calderón, y los tres que van de Peña Nieto han sido entregados por escrito al Congreso, y se han acompañado de mensajes públicos, en eventos controlados por el Ejecutivo. Un ejemplo más de que las consecuencias de las acciones no son siempre las que se buscaban.


Julio Hernández López, Astillero; La banda se cae

La banda presidencial estuvo en ruta de caer al suelo. No sucedió durante el personalísimo espot gigante rodado ayer en uno de los patios de Palacio Nacional. Fue antes, mientras Enrique Peña Nieto se preparaba en términos indumentarios, en una habitación privada, para salir a escena en función del tercer Informe de labores entregado un día antes a un Poder Legislativo tan complaciente que aceptó imponerse una mordaza de 24 horas para no difundir los términos de ese informe y así dejar al titular del Ejecutivo el privilegio de dar a conocer ciertas líneas especiales, sobre todo la relacionada con la privatización educativa por la vía de bonos para la infraestructureichion.

El concesionario en exclusiva sexenal de la preciada tira, Enrique Peña Nieto, la había tomado de una mesa para mostrarla al camarógrafo que en ese momento transmitía para la aplicación de Internet en vivo Periscope (https://goo.gl/qhdaKM). Pero al momento de regresarla al mismo mueble la colocó de tal manera (no a lo largo de la madera, como estaba originalmente, sino en posición transversal, con una parte hacia el vacío del que luego diría EPN que tres años atrás el país se salvó) que la sedosidad representativa del máximo poder en México se deslizó de manera natural, previsible, por una ley de la gravedad a la que el mexiquense se opuso con un súbito golpe de mano que frenó el conato de caída tricolor, ante el descontrol del tomador de imagen que, contra cualquier reacción natural que habría tenido alguien con formación periodística, no tomó los traspiés del poderoso y su banda (se habla de la textil), sino que apartó el ojo maquinal hacia un punto ciego, un túnel de imagen, de tal manera que no se pudo saber si la franja bordada tocó el suelo o la caída pudo realmente ser frenada.

Enrique Galván Ochoa, Dinero; Desdibujado, Peña Nieto enfila hacia 2018

Peña Nieto comenzó a andar el segundo tramo de su sexenio, sin embargo, no será el personaje central. Se adelantó la sucesión, el futurismo se convirtió en presentismo. El escenario en los meses que vienen lo ocuparán los personajes que podrían remplazarlo en 2018: Manlio Fabio Beltrones, José Antonio Meade, Aurelio Nuño, Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Madero, y muy disminuidos, Luis Videgaray Caso y Miguel Ángel Osorio Chong. (Lista enunciativa, mas no limitativa). El Presidente está tratando de darle oxígeno al tramo que le queda por recorrer con dos compromisos (tiene pendientes de cumplir alrededor de 200 que hizo en campaña). Primero, no endeudar más al gobierno, y segundo, no aumentar impuestos. 

El primero no podrá cumplirlo. Tendrá que contraer nuevas deudas al menos para pagar los intereses de 8 billones de pesos que ya debe. Además, en su tercer Informe anunció la emisión de bonos en la Bolsa Mexicana de Valores para financiar infraestructura educativa. Eso es deuda. También habló de dos nuevos instrumentos financieros: Fibra E y Certificados de Proyectos de Inversión, ‘‘que servirán para detonar proyectos de infraestructura en diversos sectores, incluido el energético’’. Será necesario que nos expliquen más de qué se trata, no vayan a resultar más cargas para las finanzas públicas. El otro compromiso –no aumentar impuestos– es insuficiente. Lo necesario y urgente es bajarlos.

Nuevo petrolero

Es de suponer que verificaron sus antecedentes antes de incorporarlo al negocio y están conscientes de los riesgos. La compañía mexicana EIM Capital y la estadunidense American Energy Partners, con sede en Oklahoma, anunciaron una asociación para participar en el negocio del petróleo, ¿y a quién creen ustedes que llevan como socio? Ni más ni menos que a Vicente Fox. Candorosamente las empresas dicen lo siguiente: ‘‘Ante la continua baja de los precios del petróleo y los desafíos específicos de México que siguen acosando el enfermo sector de energía del país, el anuncio proporciona al menos un impulso sicológico al hasta ahora arduo proceso de implementación de la reforma energética aprobada en diciembre de 2013’’. ¿Impulso psicológico? Qué mal chiste. De acuerdo a la información disponible, la compañía EIM Capital es una administradora de fondos de capital privado con sede en la ciudad de México, dedicada exclusivamente a nuevas inversiones en el sector energético mexicano. Está dirigida por el CEO Franco C. Hamdan y el ex presidente Vicente Fox.

Los aumentos

El mito de que la devaluación no genera aumento de precios llega a su fin. A partir del primero de septiembre el sector de la industria y el comercio paga 9.4 por ciento más en su tarifa de electricidad. Y el de la construcción será impactado por un alza de 7 por ciento en el cemento. Pero tal vez lo que más duela a las familias es el aumento del cable. Me escribe Fausto Torres: ‘‘¿Pues no que la depreciación era buena?, ¿no que la reforma de telecomunicaciones bajaba los precios?’’ Y anexa a su mensaje un aviso de Telecable en el sentido de que a partir del próximo día primero de octubre la tarifa básica subirá a 323 pesos, 4% más de la actual. ¿Y las demás cableras harán lo mismo? Telecable cubre una extensa región de la República: Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato, Colima, Nayarit, Zacatecas, Chiapas, Querétaro y Tamaulipas.

Carlos Fernández-Vega, México SA; EPN: México mágico

Inenarrable resulta la placidez de los mexicanos tras escuchar el “mensaje” del inquilino de Los Pinos. Del previo cuan manifiesto nerviosismo existente entre ellos, y la desesperación en no pocos casos, los habitantes de esta República de discursos pasaron a la serenidad y la plena satisfacción luego de asimilar que su “percepción” sobre el deplorable estado que guarda la nación era totalmente errónea.

Del micrófono oficial brotaron mágicas cifras, progreso a borbotones, y un titipuchal de logros nunca registrados por la lerda mexicanada, la cual por fin entendió a cabalidad que el México real que cotidianamente padecen nada tiene que ver con el descrito ayer por el inquilino de Los Pinos durante el faraónico acto en Palacio Nacional, en el que de la chistera presidencial en todo momento salieron conejos, palomas y cintas multicolores. Peñalandia, pues.

Como el gobierno de la República está decidido a demostrar que se “aprieta el cinturón” y que la “austeridad” es su norma, ayer en Palacio Nacional sólo hubo cupo para mil 500 invitados, quienes desquitaron la cortesía mediante apoteósicos aplausos para cada frase de ocasión, sobre todo en momentos determinantes del discurso peñanietista, como el siguiente: “es un hecho que la economía mundial va a mejorar y, cuando esto suceda, México será el país que tenga las mejores condiciones para convertirse en una potencia”, algo que por lo demás viene prometiéndose desde hace tres décadas.

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