viernes, 28 de agosto de 2015

Principales Plumas Nacionales


Editorial EL UNIVERSAL, Cirugía al gabinete

Durante meses se mencionó en columnas de opinión y en mesas políticas la posibilidad de cambios en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. Ayer se concretaron. Diez movimientos cuyo objetivo, dijo el mandatario, es “acelerar las acciones en favor de las familias mexicanas”. Peña Nieto no entró en detalles sobre los motivos de cada cambio, aunque puede intuirse, por el perfil y labor de los personajes en cuestión, que no se trató de un generalizado “manotazo sobre la mesa” sino de una minuciosa operación para conseguir más de un objetivo con un solo enroque.

Emilio Chuayffet, por ejemplo, sale de la Secretaría de Educación Pública en el que podría considerarse, quizá, como el mejor momento de su gestión, luego de haber domado a la CNTE en Oaxaca. Sin embargo, en días pasados tuvo problemas de salud que lo llevaron al hospital. Relevarlo no le cae mal —además de que él mismo dijo en entrevista para este diario que su meta siguiente era dar clases en la UNAM— y al mismo tiempo lleva a un hombre joven, el ex jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, a una posición donde se puede crear a partir de un conflicto magisterial menguante.

La mayoría de los cambios tienen un cariz similar, de reacomodo para optimizar recursos. ¿Significa esto que los resultados están garantizados? De ninguna manera; de hecho en todas las democracias los cambios en el gabinete tienen dos riesgos: el tiempo que toma el reacomodo de tareas al interior de las burocracias de las secretarías de Estado y la curva de aprendizaje que los titulares requieren antes de poder realizar transformaciones de gran calado.

Pese a las desventajas, hay también oportunidad. Tres años de gestión ocasionan desgaste y a veces los titulares de las instituciones se encuentran con callejones sin salida derivados de tratar mucho tiempo el mismo tema con los mismos personajes. Una perspectiva diferente y un trato fresco con los actores de cada ámbito hace en ocasiones la diferencia entre una reforma consensuada y una detenida. Los nuevos integrantes del gabinete presidencial tienen ahora a su favor la confianza de su jefe. Podrán hacer y deshacer con mayores márgenes de maniobra gracias a ese “bono” de legitimidad, por llamarle de alguna forma.

Bajo Reserva Periodistas EL UNIVERSAL 

El ajedrez de Peña Nieto

A la mitad del sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto movió las piezas del ajedrez rumbo a 2018. Con los cambios y enroques anunciados la tarde del jueves, el mandatario metió a la pelea de la sucesión a dos de sus colaboradores: al ahora secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, y al actual titular de Educación Pública, Aurelio Nuño. En la jugada del ajedrez político, el Presidente colocó estas dos piezas en posiciones estratégicas y con posibilidades de disputar la candidatura presidencial del PRI a dos de sus pares en el gabinete, quienes han sufrido desgastes por asuntos de seguridad y la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo y la situación económica en el país: Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y Luis Videgaray, cabeza de Hacienda. La jugada tiene mucho contenido para los analistas, que ven que el PRI , sumando al actual presidente del partido, Manlio Fabio Beltrones, tiene 5 visibles candidatos para 2018.

Nuño sale de la burbuja

Uno de los hombres cercanos a Los Pinos deberá mostrar ahora de qué está hecho. Aurelio Nuño, hoy ex jefe de la Oficina de la Presidencia y nuevo secretario de Educación, dejó la burbuja de la residencia oficial para entrar a un puesto de mayor exposición y de desgastes público y político. Ahora deberá conducir el proceso de la reforma educativa y lidiar con los opositores a las transformaciones en el sistema educativo: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, y la aguerrida Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero, la CETEG. Nos dicen que deja la comodidad de Los Pinos para afrontar problemas en el campo de batalla. ¿Le seguirán llamando El Jefe en el gabinete presidencial?

Meade, un descontón de salida

Todavía con la cachucha de canciller puesta, José Antonio Meade tuvo oportunidad de mandar un mensaje al aspirante a la candidatura presidencial del Partido Republicano de Estados Unidos, Donald Trump. Meade dijo que el magnate Trump rebaja a la política por su “ignorancia, prejuicios, racismo y odio” hacia los mexicanos. Don José Antonio realizó sus comentarios durante la reunión plenaria de los senadores del PRI y el PVEM, lugar que abandonó a toda prisa para ir a Los Pinos, donde fue designado como nuevo titular de la Sedesol. Nos se quedó con las ganas de darle un machucón de salida a Trump.

Katia D´Artigues, Aaaaaarrancan al 2018: Nuño, Meade…

Aunque digan que arranca la segunda parte del gobierno con “muchas ganas y más fuerza”, lo que quedó claro ayer es que este sexenio ya piensa en el que sigue. Aunque aún faltan 3 años en el calendario, pero políticamente el Presidente mueve ya su baraja rumbo a 2018. Y por ello los nombramientos de Aurelio Nuño en la SEP y de José Antonio Meade en Sedesol. Es lógico: hay que echar a correr nuevos caballos, a ver si agarran velocidad. Los que se veían —quizá todavía, en política uno puede morir y renacer— Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio están desgastados. Era necesario, mucho más porque en los demás partidos ya están apuntadísimos.

Qué decepción la de ayer. Dirá usted que soy inocente o quizá demasiado optimista, pero yo sí albergaba una esperanza, aunque fuera chiquita de que el tan esperado cambio de gabinete (que tardó mucho) sí marcaría un cambio de rumbo, una —aunque fuera pequeña— autocrítica. Lo de ayer no fueron cambios en el gabinete, fue un juego de las sillas. El mismo Enrique Peña Nieto lo dijo en su discurso que creo que debe leerse más allá de lo cortés que siempre es, de lo cuidadoso de las formas. Para él, todos han hecho un gran trabajo. Punto. Las razones de mover al gabinete son rumbo a la sucesión, nada más.

A Enrique Peña Nieto no le gustan los cambios; no usa a su equipo como fusible para protegerse. El equipo está prácticamente intacto. Empezando con que los dos pilares del gabinete: Luis Videgaray (Meade es uno de sus mejores amigos; Nuño comenzó a trabajar con él y así llegó con EPN… aunque ya desarrolla su carrera solo) y Miguel Ángel Osorio Chong (reafirmado como jefe del gabinete ayer al ser instruido por el Presidente a acompañar a todos los cambiados). Ruiz Massieu y Rosario Robles —quien estaba bajo fuego, pero el Presidente la quiere bien— cambian de cartera; Aurelio Nuño sale a encabezar posiblemente la única secretaría cuya reforma podría dar resultados. Rafael Pacchiano es una cuota del Partido Verde (empezó en Conade…) Enrique de la Madrid ya estaba en Bancomext; ahora estará en Turismo. A Jesús Murillo Karam se le hizo realidad su tan famoso #YaMeCansé. Pidió irse. Chuayffet (quien mal recordará sus incursiones en el gabinete) se va en gran parte por enfermedad.

Ciro Murayama, La descalificación del INE como fiscalizador

En las campañas de 2015 por primera vez el Instituto Nacional Electoral (INE) cumplió con su atribución constitucional de fiscalizar los recursos de todas las campañas electorales realizadas en el país. Este ejercicio inédito que enfrentó amplios desafíos para la autoridad electoral y para los sujetos obligados —trece mil candidatos a fiscalizar, poner en operación el Sistema Integral de Fiscalización en línea, cargar y revisar cientos de miles de operaciones de ingreso y gasto de partidos y candidatos, todo ello en plazos fatales— arroja una experiencia primera que merece análisis profundos, detallados y objetivos. Sin duda, el ejercicio es y debe ser memorable.

No obstante, en sendas columnas en una misma semana (25 y 27 de agosto), el Sr. Javier Tejado Dondé ha utilizado estas páginas no para analizar críticamente la fiscalización del INE sino para descalificar de forma sumaria a la institución. La primera columna de Tejado mereció un artículo de respuesta (27/08/15) del secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, quien desmontó con datos duros e información verificable una a una de las aseveraciones del articulista.

Ahora bien, en el texto La tarea fallida del INE, Tejado vuelve a insistir en afirmaciones que merecen ser precisadas. Señala que “los resultados de la fiscalización del INE debieron estar antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ‘califique’ la elección” pero que “el INE no pudo cumplir con su misión”. Es impreciso: el Tribunal concluyó la revisión de las impugnaciones de las elecciones a diputados federales el 20 de agosto, mientras que el INE votó los dictámenes de fiscalización y los proyectos de resolución correspondientes un mes antes, el 20 de junio. Tejado expresa que el INE “dejó a 79 candidatos ganadores con procedimientos abiertos”. No es cierto: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al INE concluir todos los procedimientos de queja en materia de fiscalización a más tardar el 12 de agosto. Así se hizo, no quedó un solo procedimiento sin cerrar.

Esteban Moctezuma, Educación, ¿qué sigue?

La Reforma Educativa ha enfrentado luchas de poder cupular entre autoridades educativas, el SNTE, la CNTE y varias entidades federativas. Lo que sigue en su implementación, es un cambio profundo dentro de las aulas. Si la reforma no pasa por las aulas, todo el esfuerzo habrá sido reducido a lo laboral. Afortunadamente, este cambio no significa ninguna lucha de poder. Acaso, una lucha contra la obsolescencia.

Contrario a la “opinión publicada”, los maestros están abiertos y gustosos a capacitarse y aplicar un nuevo modelo educativo. Así siempre lo han hecho y así se ha comprobado en decenas de escuelas públicas con la aplicación del modelo de Escuela Nueva.

Los directores están empoderándose al conocer la decisión de la Secretaría de Educación Pública de transferirles directamente los recursos para mejorar la infraestructura escolar. Sienten, por fin, la confianza de la autoridad educativa en ellos. Los padres de familia poco a poco, encuentran un nuevo espacio de participación social en los consejos escolares. Y, principalmente, los niños y jóvenes del país están esperando la oportunidad de ser mejores y labrarse un futuro. Ahí están las piezas del ajedrez y el tablero está dispuesto. Creo que el mayor reto está en la autoridad educativa y en el juego que esté dispuesta a realizar.

Llevamos años escuchado de algunos medios y organizaciones civiles, severas descalificaciones al maestro y a la escuela pública. Muchas críticas son reales, pero el problema ha sido generalizarlas. Ese maltrato ha ofendido a todos los maestros. Así se apreció en la consulta nacional que realizó el año pasado el secretario Chuayffet. 

Leonardo Curzio, El gabinete Peña 2

Con el anuncio de ayer podemos entender la forma en que EPN ve al país. Queda claro que a pesar de las apabullantes encuestas sobre el desempeño gubernamental, el jefe del Estado no está insatisfecho con su equipo. Se ve más rotación que cambios de fondo, se ven más premios que castigos. El Presidente manda cinco señales para el segundo tramo de su administración. Con el Peña 2 EPN conserva, promueve, abre su baraja, consuela y cobra facturas, temas dispares que conviene considerar por separado.

1) Conserva la estructura básica del gabinete. Es notable que a pesar de la situación que vive el país y el desgaste que tienen los secretarios de Hacienda, Gobernación y Comunicaciones, esas dependencias no se ven afectadas por la reestructuración. La fuga del Chapo no afecta la continuidad de Osorio, a pesar de ser el responsable político de la mayor pifia que ha tenido el gobierno. El Presidente reitera su confianza a Ruiz Esparza en la SCT, quien tiene un alto perfil de desgaste desde que se suprimiera el tren México-Querétaro, en condiciones todavía nebulosas. En ambos casos (la fuga del Chapo y la bofetada a los chinos) el Presidente decide absorber los costos y ratifica su confianza a los titulares. Intrigante. El secretario de Hacienda, quien a diferencia de los anteriores no ha tenido una crisis imputable de manera directa a su oficina, queda como el hombre más poderoso del gabinete, no sólo por conservar el cargo, sino porque buena parte de los nuevos secretarios tienen mayor afinidad con él.

2) Abre la baraja sucesoria con la habilitación de tres aspirantes serios a una precandidatura, con lo cual el Presidente se da un margen (que ya había ampliado con la llegada de Beltrones al PRI) para salir de la dualidad Osorio/Videgaray. Meade, un secretario muy valorado por sus habilidades técnicas y políticas, pasa a ocupar una posición desde la cual se habilita automáticamente para la grande. Es, a mi juicio, el nombramiento más importante de los anunciados ayer. Aurelio Nuño es otro de los que pasan al primer cuadro y por su papel en la negociación del Pacto por México y la enorme confianza que el Presidente le dispensa, se ubica también en el colegio cardenalicio. Lo mismo ocurre, pero en menor medida, con Calzada, quien sube al gabinete pero en una posición más discreta.


Frentes Políticos

I. Llegaron los relevos. El presidente Enrique Peña Nieto hizo, de entre quince cambios, dos movimientos claves. La llegada de José Antonio Meade a Sedesol, tras dejar la SRE, y la de Aurelio Nuño en la Secretaría de Educación, luego de ser el responsable de Oficina de la Presidencia. Representan claramente el énfasis en dos ejes fundamentales para la segunda parte de su gobierno, ante lo que describió como nuevas circunstancias y desafíos: Desarrollo Social y Educación. La desigualdad y el hambre preocupan y a eso va Meade más allá de que haya entrado en la baraja de presidenciables para 2018, donde se ubican Miguel Ángel Osorio (Segob) y Luis Videgaray (SHCP), Nuño Mayer y Manlio Fabio Beltrones. La segunda parte del sexenio es de consolidación. ¿El equipo está completo?

II. Los que se fueron. No más cansados en las filas del gobierno. Es evidente que algunos de los movimientos realizados por el jefe del Ejecutivo obedecen a resultados, así que, agradecido, Peña Nieto mejor les dijo adiós. Emilio Chuayffet, Jesús Murillo Karam, Enrique Martínez y Martínez, Monte Alejandro Rubido y Juan José Guerra Abud dejaron el gabinete. Está claro. El Presidente buscó un cambio generacional, pues requería mayor energía y fortaleza en esas áreas. Es cierto, ellos representaban a la vieja guardia, a los expertos, pero algunos mostraron signos de debilidad propios de la edad, complicados algunos casos por estados de salud. Y así nomás no.

III. El reintegro. El único gobernador que llegó al gabinete fue el queretano José Calzada Rovirosa. El Congreso estatal aprobó ayer, en fast track, la solicitud de licencia presentada horas antes por el mandatario, y nombró como sustituto a Jorge López Portillo Tostado, quien era secretario general del Gobierno estatal. En Querétaro, el panista Pancho Domínguez asumirá como gobernador en octubre, pero el saldo es favorable. Calzada, pese a perder las elecciones en junio pasado, llegó al gabinete, pero no en una posición que le permita aspirar a más: la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

Francisco Garfias, La apuesta que Rosario Perdio

La nueva titular de la Sedatu aseguró, vía SMS, que su cargo no sería ocupado, en lo inmediato, por un presidenciable. Hace poco más de un mes, Rosario Robles nos apostó que no la moverían de la Secretaría de Desarrollo Social. Perdió. Su lugar ya lo ocupa el excanciller José Antonio Meade. El 17 de julio pasado, la nueva titular de la Sedatu aseguró al reportero, vía SMS, que su cargo no sería ocupado, en lo inmediato, por un presidenciable.

“Miente quien te vende esa idea”, precisó, entonces, la exdirigente nacional del PRD.

Volvió a fallar. Meade aparece ya en todas las quinielas para 2018. La comentocracia lo hizo precandidato presidencial. Basta con revisar los comentarios alrededor de su nombramiento en la Sedesol. El caso del excanciller es único. Va por su cuarta secretaría. El hombre atravesó sin daño la alternancia. En el sexenio del panista Felipe Calderón fue secretario de Hacienda y de Energía. En el de Peña condujo la diplomacia mexicana hasta ayer.

 Rosario nos dijo, en julio pasado, que los que “pesan en el seno del grupo en el poder no están en la lógica” de sacarla de la Sedesol.

Yuriria Sierra, Baraja 2018

Con el anuncio de los cambios en su gabinete, Enrique Peña Nieto abrió su baraja de presidenciables. Siguen los tan mencionados Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, pero ayer la mano de cartas se nutrió. Los movimientos del Presidente colocaron en secretarías estratégicas a quienes no deberemos perder de vista de aquí a 2018: José Antonio Meade, en Desarrollo Social, Aurelio Nuño Mayer en Educación Pública y Claudia Ruiz Massieu, quien ha sido de la(o)s secretaria(o)s mejor evaluadas, despachará Cancillería. Ellos para enriquecer al grupo de precandidatos que se había nutrido con la designación de Beltrones como presidente del PRI. 

De entre esos seis, cæteris paribus (si nada cambia), saldrá el nombre del candidato(a) de Peña para la contienda presidencial. Dicen que Osorio quedó descartado por la fuga de El Chapo, pero ayer Peña le corrió la cortesía de subirlo al templete y de entregar las llaves de los despachos a los nombrados. Acaso sólo como compensación al hecho de que los designados son más afines al equipo y estrategia de Luis Videgaray. Lo cierto es que si ninguno de los dos “superpoderosos” de la primera mitad del sexenio fuera el candidato en 2018, lo será quien mayor posibilidad tenga de ganar de entre los recién nombrados.

Ana Paula Ordorica, Cambios

Los enroques en el gabinete presidencial muestran en quiénes confía el Presidente. Se quedan en el gobierno las tres mujeres que arrancaron con Peña el sexenio, pero dos cambian de cartera. Finalmente el presidente Enrique Peña Nieto anunció cambios en su gabinete. Digo finalmente porque el respiro que le otorgan los movimientos al gobierno se sentía inaplazable. Aquí hemos comentado que en el caso de la Procuraduría General de la República (PGR), el cambio de Murillo Karam por Arely Gómez le permitió un rango de maniobra mucho más amplio al gobierno cuando se dio, por ejemplo, la fuga de El Chapo.

El golpe tan fuerte para el gobierno que significó esa fuga habría sido aun mayor si quien hubiese lidiado con el tema hubiera sido Murillo Karam en la PGR y el desgaste que ya traía, entre otras razones, por el caso Ayotzinapa.

Los cambios anunciados la tarde de ayer otorgan ese oxígeno necesario. Dicen mucho sobre la idea que tiene Peña Nieto para la segunda mitad de su sexenio y para la sucesión presidencial de 2018. A la lista de aspirantes a la Presidencia, que encabezan Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, se suman ahora José Antonio Meade, Aurelio Nuño y, quizá, José Calzada Rovirosa. Sin olvidar al nuevo presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones.

Pascal Beltrán del Río, El Trump de Caracas

BOGOTÁ.– Han sido días dramáticos en materia de fronteras y migración. Es imposible no estremecerse ante la desgracia de decenas de miles de refugiados de la guerra de Siria y otros conflictos o de la dura miseria de la que huyen de África, Oriente Medio y Asia Central, tratando de llegar a Europa. Víctimas del abuso de traficantes de personas, quienes logran sobrevivir la peligrosa ruta marítima del Mediterráneo y se adentran a pie en los Balcanes y –en imágenes nunca vistas desde la Segunda Guerra Mundial– buscan llegar al centro del continente.

Es descorazonador ver a tantas personas miserables, incluyendo niños, aferrarse a una meta incierta con tal de huir del hambre y la violencia. Pero no lo es menos la historia de centenares de colombianos expulsados de Venezuela por la politiquería del presidente Nicolás Maduro. Un incidente en el que tres militares venezolanos resultaron heridos en un enfrentamiento con supuestos contrabandistas ha servido de pretexto para que el gobierno de Caracas expulse a ciudadanos colombianos que viven en el fronterizo estado de Táchira, que colinda con el departamento de Norte de Santander.

El año pasado visité esa parte de la frontera de Colombia y Venezuela. Vía Cúcuta, viajé hasta San Cristóbal, capital de Táchira, el lugar donde surgió el movimiento de protesta contra el gobierno de Maduro en febrero de 2014. A diferencia de otras zonas de Venezuela, donde los habitantes no tienen otro remedio que aguantar la escasez provocada por la política económica del gobierno, quienes viven en la franja fronteriza podían cruzar a Colombia a adquirir productos de primera necesidad que no hay en su país.


Enrique Quintana, La lógica de los cambios del gabinete

Si el país marchara muy bien, no hubieran tenido sentido los 10 cambios anunciados por el presidente Enrique Peña ayer.

Se quedaron en sus mismas posiciones actores clave, pero los relevos y enroques claramente sugieren que se recogieron las cartas y se volvieron a repartir. Tenemos hoy un nuevo juego.

Hagamos una radiografía de los cambios para dimensionarlos.

Quizás el más relevante de todos es la llegada de Aurelio Nuño al gabinete.

Más allá del gran poder que tenía en la Oficina de la Presidencia, Nuño no era responsable principal de ningún ámbito.

Llegar a la SEP implica una prueba. Ya no cuenta con el cobijo de la casa presidencial, ahora es él quien tiene que exponerse para concretar una de las reformas más trascendentes y ambiciosas del sexenio, que en más de un momento parecía hacer agua.

Aurelio será jugador en el 2018 si hace un buen trabajo desde la SEP.



Otro cambio relevante y sorpresivo es la llegada de José Antonio Meade a la Sedesol.

Aunque ya es la cuarta Secretaría que toma Meade (tras Energía y Hacienda el sexenio pasado y Cancillería, en este), la de Desarrollo Social es completamente diferente. Si en dos años logra reportar una baja en la pobreza, su estatura será de monumento. Y, es factible.

Y obviamente es un jugador para el 2018, sin la menor duda.

Otro caso apreciable es el de José Calzada. Tras la derrota del PRI en Querétaro, muchos lo excluían de una posible posición en el gabinete. ¡Cuánto será la valoración que le da Peña, que con todo y la derrota del PRI en Querétaro, lo invitó!

El estilo moderado y austero de Calzada no deben engañar. Sus habilidades lo hacen competidor de cualquiera. Y es otro de los que podrían ser protagonistas en el 2018.


Raymundo Riva Palacio, Murió la 'presidencia tripartita'

El presidente Enrique Peña Nieto partió el primer cambio estratégico de gabinete en dos partes. Este jueves hizo el primero para oxigenar a su gobierno, eliminar la concentración de poder, tensión y presiones sobre los secretarios de Gobernación y Hacienda, y construir una nueva ecuación en la fase previa a la recta final de la sucesión presidencial en 2018. El diseño de concentración de poder en Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray llegó a su fin, y la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán y el deterioro económico, que redujeron drásticamente los márgenes de negociación política de Peña Nieto, lo tenían colocado en el umbral de quedarse sin opciones para la candidatura presidencial.



Las inclusiones al gabinete son importantes. La más relevante en términos de la modificación radical en el diseño sobre el cual se manejó la Presidencia durante el primer medio de la administración, y por el poder acumulado y la cercanía e infuencia, es la de Aurelio Nuño, quien dejó la Oficina de la Presidencia para relevar a Emilio Chuayffet como secretario de Educación. Esa cartera iba a ser, por diseño, de dos tiempos. El primero sería negociar y consolidar la reforma educativa, que es fundamentalmente administrativa, y la recomposición del poder frente al sindicato magisterial. El segundo, el gran trazo transexenal de lo que debe ser la educación en México.



Chuayffet jugó durante gran parte de la administración como una figura decorativa. La arquitectura de la reforma educativa fue hecha durante el periodo de transición en la oficina de Nuño, donde el redactor de los aspectos claves para el retorno al gobierno de la rectoría de la educación, fue Enrique Ochoa, actual director de la Comisión Federal de Electricidad. Durante la primera parte del sexenio, Chuayffet y el secretario de Educación en la práctica política cotidiana, Luis Miranda, subsecretario de Gobernación, acordaban con Nuño en Los Pinos, quien dictaba los tiempos y las fases de la reforma.

Pablo Hiriart, Los cambios. 
Una evaluación 

Los cambios anunciados ayer inyectan juventud al gabinete, pretenden dar eficacia a la segunda parte del sexenio y abren el abanico para la sucesión presidencial.

Debieron realizarse más relevos para aumentar la credibilidad del gobierno en áreas sensibles, aunque como primer paso la medida tiene rasgos interesantes.

En el evento de ayer llamó la atención la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lo que significó su implícita ratificación en el cargo luego de los cuestionamientos por la fuga de El Chapo Guzmán.



Uno de los nombramientos más relevantes fue el de Aurelio Nuño en la SEP, porque tendrá que operar la reforma para mejorar la calidad de la educación y no únicamente rescatarla de manos del SNTE y de la CNTE, como se ha hecho –afortunadamente– hasta ahora.

Hace falta diálogo del gobierno con la comunidad intelectual y artística del país, y en el gobierno nadie lo puede hacer mejor que Nuño. Es indispensable una apertura de esta administración hacia sectores valiosos de la sociedad que no sean exclusivamente inversionistas y empresarios.



Algo similar ocurre con la designación de José Calzada en Agricultura, una secretaría que tenía abandonado al sector campesino, sin compromiso ni emoción social. Calzada fue un gobernador eficaz, que llevó a Querétaro a ser el estado con mayor crecimiento del país en los seis años de su gobierno.

Llama la atención el nombramiento de José Antonio Meade al frente de Sedesol, ya que esa dependencia ha sido semillero de precandidatos presidenciales (del PRI y del PAN) y el nuevo titular de esa dependencia no es militante de ningún partido político.

De cualquier manera Meade es el miembro del gabinete con más experiencia en el ejecutivo federal (secretario de Energía, Hacienda, Relaciones Exteriores y ahora Desarrollo Social), y por donde ha pasado lo ha hecho bien. Su sencillez e inteligencia es reconocida por todos los que han tenido el gusto de tratarlo.

Macario Schettino, Nueva baraja

En contra de mi intención, tendré que posponer la discusión del exceso de ahorro mundial para concentrarme en algunos temas políticos. Con toda claridad, hemos iniciado el camino a la elección presidencial de 2018, y se van mostrando las barajas que tendremos. O más exactamente, las que tendrán los partidos para ofrecernos, y de donde tendremos que escoger. Ni modo.

Ayer, finalmente, el presidente Peña Nieto decidió hacer cambios en su gabinete. No porque considerara a alguien muy malo para su trabajo, ni nada parecido, sino para preparar su sucesión. Bueno, salvo el caso de Rubido. 

Aunque haya miles de personas que insisten en que los funcionarios son incapaces, o que el mismo presidente debería renunciar, sería poco inteligente hacer caso de esos reclamos. Los hay en todos los países democráticos, y nada tienen de malo, pero tampoco nada de útil. 

Los políticos, en las democracias, se dedican a ganar elecciones. Ése es su trabajo. Si hay la posibilidad, gobiernan, toman decisiones, pero la verdad es que no es ésa su ocupación principal. Hay una famosa (y falsa) frase, muy utilizada: “los políticos se preocupan por la próxima elección, los estadistas por la próxima generación”. La verdad es que si alguien quiere ser estadista, primero tiene que tener más o menos controlada la elección, y después puede pensar en el largo plazo. 



Muchos lo han hecho: Juárez y Díaz, en el siglo XIX; Cárdenas y Salinas, en el siglo XX. Pero tenían mucho cuidado de no perder elecciones, y fue sólo la muerte de Colosio lo que descarriló el proyecto salinista. Pero ése es otro tema.

Creo que el ajuste de gabinete de ayer tiene como objetivo principal preparar candidaturas para 2018. A las ya conocidas de Osorio Chong y Luis Videgaray, en el gabinete, y Manlio Fabio Beltrones, desde fuera, el presidente ha sumado al menos tres: José Calzada, exgobernador de Querétaro; José Antonio Meade, que pasa a Sedesol, y Aurelio Nuño, que deja un puesto de gran poder para ser visible, y con ello apostar al futuro, desde la SEP.


Julio Hernández López, Astillero; Nuño y Meade, precandidatos

Enrique Peña Nieto hizo movimientos de piezas sobre el mismo tablero (endogámicos, de gatopardismo inocultable) para consolidar su misma partida grupal autista y potenciar a dos figuras que desde ahora son virtuales precandidatos a la Presidencia de la República: el chico maravilla de Los Pinos, Aurelio Nuño (el Niño de oro), quien deja la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República para asumir una expansiva y futurista Secretaría de Educación Pública, y el transexenal José Antonio Meade Kuribreña, quien fue director de Financiera Rural con Vicente Fox, secretario de Energía y de Hacienda con Felipe Calderón y titular de Relaciones Exteriores y ahora de Desarrollo Social en la administración priísta.

Cierto es que el orgullo de Atlacomulco mantuvo en pie, como tales, a dos de los tres pilares en los que abiertamente se apoyó en la primera mitad de su periodo de gobierno, pues Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray continúan en las secretarías de Gobernación y de Hacienda y Crédito Público (el otro miembro del tripartito círculo íntimo mandante fue Nuño, quien ahora deja la protección de las cortinas palaciegas para tratar de construirse una suerte propia, como figura y ya no más como asesor). 

Pero ha de decirse que el principal beneficiado del desabrido juego de cartas de ayer es el mencionado Videgaray, quien mantiene una relación plena con Meade Kuribreña y un forcejeo semiamistoso con su anterior protegido, Nuño. El denso conjunto de intereses nacionales y extranjeros que convergen en Videgaray se declararía complacido con la candidatura presidencial de éste o de algunos de sus similares, como Meade o Nuño. Si las complicaciones económicas, mundiales y nacionales acaban definiendo la principal postulación priísta de 2018, la nueva triada (Videgaray, Meade y Nuño) estará plenamente disponible, además de que sigue controlando el estratégico espacio de control de Los Pinos, pues en la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República queda Francisco Guzmán Ortiz, quien era coordinador de asesores en el equipo que dirigía-dirige el “profe”Nuño.

Enrique Galván Ochoa, Dinero; Perfilan a Meade a la grande

De las cenizas que quedaron de los dos punteros iniciales –Miguel Ángel Osorio Chong, incinerado en la fuga del Chapo Guzmán, y Luis Videgaray, en la mansión de Malinalco, surgió el nuevo prospecto del peñanietismo para la campaña del 2018. Nop. No es Aurelio Nuño, el párvulo del grupo. El efectivo es José Antonio Meade, el nuevo titular de Sedesol, el que tendrá a su cargo convertir a los pobres en votos. Obviamente, ésta es la fórmula atlacomulqueña. Pero está la otra: la de Manlio Fabio Beltrones. Se les coló a la presidencia del PRI y el año próximo tendrá mano en el reparto de los gobiernos estatales. Con mucho tino dijo hace días que la lista no se limitaría a dos o tres nombres: Osorio Chong, Videgaray y Nuño, si no que habría lugar para más. Ahí está Meade, y obvio, el propio Beltrones. La ventaja de Meade sobre Beltrones es que no inspira miedo. Hizo un papel efectivo, discreto, en Hacienda, en la parte final del calderonismo. Como nota de humor podría añadirse que finalmente fue atendido el reclamo de Murillo Karam: lo mandaron a descansar.

Las subastas de dólares

Uno de los temas que serán abordados en el Senado al reanudarse las sesiones normales será el de las subastas de dólares del Banco de México. El senador Mario Delgado opina que los dólares subastados hasta ahora, no alcanzan a revertir la depreciación y disminuyen las reservas. De acuerdo al último reporte del Banxico, las reservas han disminuido de 198 mil 320 mdd en abril, a 188 mil 347 mdd hasta el 14 de agosto de 2015. ¡Son 10 mil millones de dólares menos, o casi! El ex secretario de Finanzas del gobierno perredista de la capital, opina que la Comisión de Cambios y el Banxico, debe explicar bajo qué criterios llega a la determinación de intervenir en el mercado cambiario por medio de subastas; cómo define los montos, y si el resultado de estas medidas preventivas arroja los resultados esperados en la economía del país’’.

Automóviles sin llave

Vaya dolor de cabeza que tiene un grupo de los principales fabricantes de automóviles: BMW, Daimler, Fiat Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Nissan, Toyota y Volkswagen. Han sido demandados por 28 consumidores en Estados Unidos por ocultar supuestamente los riesgos de intoxicación por monóxido de carbono en más de cinco millones de vehículos equipados con sistemas de arranque sin llave. ¡Caray! Y se considera hasta hoy un gran avance de la industria. De acuerdo a la demanda presentada en un tribunal federal de Los Ángeles, el monóxido de carbono se emite cuando los conductores abandonan sus vehículos en funcionamiento después de llevarse la llave electrónica con ellos, con la creencia ‘‘errónea’’ de que los motores se apagarán. ‘Los 28 demandantes, dice un comunicado de prensa, señalaron que esta situación puede ocasionar lesiones o provocar la muerte a las personas que inhalen dicho monóxido de carbono y aseguraron que estos casos podrían haber provocado trece defunciones en el país. Ufff!!!

Carlos Fernández-Vega, México SA; Cambios para no cambiar

Para “mover a México” el inquilino de Los Pinos recurrió al viejo truco de modificar todo para no alterar nada, pues cree que con el reacomodo (o permuta, si se prefiere) de las mismas fichas quemadas el problema se resuelve. Y en este sentido de nueva cuenta perdió la oportunidad de corregir y hacer algo positivo, ya que ni lejanamente consideró uno de los cambios reales más urgentes para el país, es decir, la remoción del “ministro del (d) daño”, quien se ha convertido en un verdadero lastre para el desarrollo nacional.

Ninguno de los integrantes del gabinetazo peñanietista ha brillado, salvo por sus excesos y resbalones a lo largo de la primera mitad de la actual administración. A tres años de distancia, ni uno solo registra los “buenos resultados tangibles” ofrecidos por el inquilino de Los Pinos en el arranque sexenal. Eso sí, todos le salen debiendo al país, y en qué proporción, pero si de adeudo se trata Luis Videgaray no tiene parangón.

El virrey de Malinalco se queda, pero el inquilino de Los Pinos decidió “mover” a Rosario Robles, quien no dio una en lo que el gobierno denomina “política social”, a menos que 3.5 millones adicionales de pobres por ingreso sea un “buen resultado tangible”. Entonces, ¿qué puede esperarse de esta señora en su nueva chamba? ¿Por el simple cambio de oficina mejorará su actuación? Es previsible que lo que hizo muy mal en Sedesol ahora lo haga en la Sedatu. Y lo mismo se aplica para el resto de las fichas.

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